El volcán Cotopaxi amaneció el viernes 8 de agosto de 2025 con una pequeña nube blanca de vapor sobre su cráter, una señal de que sigue muy activo, desde su última reactivación hace 10 años. Aunque, en la actualidad, se presenta con una baja actividad eruptiva, tanto interna como superficial, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
La boca del volcán expulsa cada cierto tiempo vapor de agua, que se convierte en pequeñas nubes o fumarolas. Así se manifiesta desde que se reactivó con una fuerte erupción el 14 de agosto de 2015. Una columna de ceniza y otros materiales volcánicos de hasta casi 8 kilómetros de altura alertó que se había despertado de un largo descanso de 138 años, según los datos de las investigaciones realizadas por los vulcanólogos del Geofísico.
Patricia Mothes, jefa de Vulcanología del Instituto Geofísico, comenta que la reactivación del 2015 y la de 2022 -en menor intensidad-demuestran que es un volcán en constante actividad eruptiva. Desde el siglo XVIII se observa que se reactiva poco a poco, con periodos de erupciones que duran meses y hasta años.
En la actualidad, el Cotopaxi, de 5 897 metros de altitud, da unos pequeños avisos de su actividad, pero en el futuro, va a tener algo grande, explica la vulcanóloga.
Mothes califica a sus recientes reactivaciones como un leve despertar del volcán, el cual ha dado la oportunidad a los investigadores para conocer mejor el comportamiento del coloso, a través de los análisis de la ceniza, los lahares y sus movimientos internos (magma, sismos, tremores…).